Según informan los medios estadounidenses, que citan fuentes oficiales del Gobierno, el ataque se ha realizado con aviones no tripulados y drones; y se ha producido en la ciudad de Isfahan, situada en el centro del país, y no ha causado daños.
Por su parte, la agencia de noticias iraní ‘Tasnim’ ha publicado que «las instalaciones nucleares en la provincia de Isfahan están completamente seguras», citando a la Guardia Revolucionaria iraní.
Según ‘The Washington Post’, que cita fuentes oficiales israelíes, el objetivo ha sido mostrar a Irán que Israel tiene la capacidad de atacar dentro del país.
El ataque supone así una nueva escalada de las tensiones geopolíticas, y anticipa una nueva respuesta por parte del régimen persa.
En este sentido, antes del ataque, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, afirmó el jueves que responderían ante cualquier ataque.
«Si el régimen israelí vuelve a cometer el gran error, nuestra respuesta será decisiva, definitiva y lamentable para ellos», advirtió.